El arte de acomodarse: los soportes que aportan (a tu práctica de yoga prenatal)

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Déjate sostener: el valor de la rendición durante el embarazo


«Sé que puedes hacer más, pero ¿podrías hacer menos?«
Judith Hanson Lasater

Si hay un momento en la vida en el que he entrenado mi capacidad de apoyarme, es durante el embarazo. Me he apoyado en mi pareja, en mi familia, he buscado apoyo en las instituciones públicas luchando por mis derechos, mi baja y las subvenciones que me tocaban. No soy de ir mucho al médico, pero he acudido bastante, en busca de confirmaciones sobre mi salud y la del peque. He acudido a otras mujeres que habían sido madres antes que yo, con cierta sed de escuchar experiencias e historias de partos, y en las mujeres que lo estaban viviendo en paralelo, disfrutando del apoyo mutuo y del «yo también me siento así».

Creo que buscar apoyo en este momento de la vida es necesario y saludable. Es verdad que la naturaleza humana es interdependiente. No existimos de manera aislada: necesitamos de otros seres humanos, de la naturaleza, de las relaciones, de los sistemas que nos sostienen. Nuestro bienestar, nuestra identidad, incluso nuestra supervivencia, dependen de nuestros vínculos y de los intercambios constantes que podamos entrelazar con nuestro entorno.
Esta idea de interdependencia es muy fuerte en filosofías como el budismo, el yoga, la ecología.

Igualmente, saber apoyarse no viene de fábrica, por lo menos en mi caso… a veces genera resistencias pedir, dejar hacer, soltar el control, aceptar los regalos.

En las prácticas de yoga casi siempre encuentro un espejo de lo que está pasando fuera.
El uso abundante de los soportes en yoga prenatal es para mí una forma de sugerir y cultivar, a través del cuerpo, la cualidad de la rendición y de la entrega en los otros planos.


Bloques, bolster, mantas y muchos, muchos cojines se convierten en extensiones de nuestros cuerpos, invitándonos a vivenciar la práctica desde la suavidad, la estabilidad y el sostén. De esta forma tenemos la oportunidad de canalizar nuestra energía hacia lo que ahora es importante: vivir este momento con serenidad, dado que nuestra serenidad es salud para nosotras y para el bebé.

Algunas ideas para tus posturas restaurativas


Contención y apertura: el equilibrio perfecto entre sostener y soltar


«Sthira sukham āsanam» —»La postura debe ser firme y cómoda«—
(Yoga Sūtra II.46, Patañjali, aprox. siglo III-IV d.C.)


Esta forma de practicar resuena con varios conceptos filosóficos a la base del yoga, como ahimsa (la no violencia), aparigraha (el desapego) y santosha (el contento) que se pueden traducir, en este contexto, en hacernos caso con amor y encontrar placer en todo proceso, sin exigencias innecesarias.
También resuena con en el principio de Sthira sukham āsanam: la postura debe ser firme y cómoda. Una idea que se podría aplicar, si lo piensas, a casi todo: desde la célula, que se sostiene gracias a su membrana (contención) pero que también se mantiene viva permitiendo el intercambio con el entorno (apertura), hasta la actitud que podríamos tomar en cualquier situación de la vida: algo de esfuerzo y algo de suavidad (y rendiríamos mucho más).
Incluso el propio Cosmos refleja este equilibrio delicado: los planetas se mantienen en órbita gracias a la fuerza de gravedad (contención), pero al mismo tiempo se desplazan en un movimiento armónico, en un espacio abierto e infinito (apertura).
Otro concepto, Ishvarapranidhana, la entrega a algo más grande, refleja una actitud de confianza sin límites hacia las fuerzas misteriosas que mueven el Cosmos e impulsando la vida.

Los soportes nos ayudan a encarnar estos principios, entre otros, regalándonos así una práctica verdaderamente restaurativa. Usar soportes en el embarazo es un recordatorio de que podemos entregarnos al proceso y a la sabiduría del cuerpo.

Yoga Adaptado Embarazo


Escucha tus necesidades cambiantes: una forma de crecer en tu práctica de yoga


«No trates de forzar nada. Deja que el cuerpo se abra como una flor al sol.«
Vanda Scaravelli


Una sensación evidente que he sentido en mi práctica de yoga mientras mi embarazo iba avanzando, recuerdo, fue una gran necesidad de estabilidad.

Será que nos falta la tierra bajo los pies con tantos cambios en el cuerpo y tanta inseguridad que nos generan algunas situaciones. Por ejemplo la espera de la próxima ecografía, o no saber cuándo te darán la baja, o una sensación nueva que no sabemos si es «normal». Y ese gran misterio que representa el parto, especialmente para las primerizas. Cada una tiene sus «monstruitos», escondidos de bajo de la almohada, listos para salir cuando nos vamos a dormir.

Escuchar la necesidad de sentir que la tierra está allí para sostenernos, que todas nuestras necesidades están cubiertas, que estamos a salvo, es sano y conveniente. Responder a esta necesidad desde la esterilla con un mayor uso de los soportes nos permite:

  • Sentirnos sostenidas y contenidas desde lo físico para dejarnos confiar y expandirnos.
    Nos ayudan a entrar en las posturas sin tensión, sostienen y contienen nuestras articulaciones, permitiendo una apertura moderada y segura.
  • Rendirnos plenamente en la relajación.
    Facilitan ese descanso profundo que a veces no conseguimos ni al dormir, lo que nos aporta lucidez y nos ayuda a integrar la experiencia de nuestro embarazo.
  • Llevar nuestra práctica a otro nivel.
    Este es un aspecto muy interesante si eres yoguini. En mi experiencia, el uso correcto de los soportes rompe un portal hacia algunos aspectos sutiles de la práctica. De alguna forma, se traspasan las capas superficiales de la musculatura y se llega a los planos profundos de los órganos, de las hormonas, de la mente y de la energía.
Torsiones Yoga Prenatal


Más allá de las formas: los efectos de una práctica gentil en tu sistema


«El verdadero yoga no tiene que ver con la forma que toma tu cuerpo, sino con la forma que toma tu vida.«
Donna Farhi

Estudios han demostrado que las posturas restaurativas sostenidas con soportes favorecen la activación del sistema nervioso parasimpático, promoviendo una reducción del cortisol (la hormona del estrés) y un aumento de la serotonina y de la oxitocina, que favorecen nuestro bienestar emocional y el vínculo natural con el bebé.
Este tipo de prácticas también ayudan a fortalecer las áreas del cerebro asociadas con la regulación emocional y la toma de decisiones conscientes, lo que no está demás dado el estrés al que estamos sometidas.

Yoga restaurativo silla


Prepara tu propio nido: construir tu espacio de descanso es una práctica de auto-amor


«El descanso profundo es un acto revolucionario de amor propio.«
Uma Dinsmore-Tuli

En mis cursos dedicamos un tiempo especial a preparar las posturas restaurativas al final de cada práctica.
Con atención a los detalles, creamos nuestro propio nido con amor y presencia.
Se trata de un ritual que invita a la mente y al sistema nervioso a entrar en un estado de descanso profundo y receptividad. Y es como cantarnos una canción de amor a nosotras mismas.

Nuestras mantas dobladas con cariño, nuestras almohadas acomodadas con precisión forman parte de una arquitectura de sostén que envía un mensaje claro al cuerpo:
«Aquí estás segura, aquí puedes soltar…»
Y eres tú misma la que crea las condiciones óptimas para tu bienestar.

De la misma forma, serás capaz de utilizar tus propios recursos en cualquier situación intensa, recurriendo a tus puntos de apoyo, a tu respiración, a los objetos de tu entorno, y a todas las herramientas que la práctica te ofrece para atravesar, por ejemplo, la intensidad de las olas uterinas durante la fase de dilatación, y el impulso ancestral de los pujos en la fase expulsiva del parto.


Sabiduría mamífera: acompaña los procesos naturales


«El acto de crear un espacio seguro y acogedor para el descanso es una forma de sabiduría instintiva, un eco de la memoria ancestral que nos recuerda cómo cuidarnos a nosotras mismas y a quienes están por venir.«
Sarah Buckley

Esta práctica de construcción consciente del espacio también recuerda la anidación, un instinto natural bien anclado en nuestra biología animal, que surge de forma espontánea hacia el final del embarazo.

Si bien los estudios de yoga suelen estar equipados con todo el material, en casa puedes crear una experiencia muy parecida con elementos cotidianos y un poco de creatividad:

  • Sillas. Las utilizamos para sostener posturas de descanso o para elevar la pelvis en posiciones sentadas.
  • Almohadones y cojines. Alternativas caseras a los bolsters, útiles para apoyar la espalda o las piernas.
  • Toallas y mantas. Pueden doblarse o enrollarse para proporcionar altura, suavizar el contacto con el suelo o sostener ciertas articulaciones.
  • Cinturón de una bata. Una alternativa casera y funcional a la correa de yoga.

No necesitas mucho.
Solo las ganas de ofrecerte descanso con intención. Podemos ser suaves, incluso en medio de la transformación. A menudo, las cosas más interesantes suceden cuando por fin nos permitimos aflojar.

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